¡La Real Academia Española (RAE) estudia incluir los términos “sostenibilidad” y “eficiencia energética” como sinónimos!
La verdad es que esto no es cierto, pero solo por la manía de la RAE de ser rigurosa con el lenguaje. Lo mismo que no acepta cuando el locutor del partido comenta que el defensa encima al delantero o cuando el tronista de turno se acerca a la choni emperifollada y la da un beso (en ese caso la daría un morreo con lengua, claro), por mucho que lo oigamos constantemente.
Pero si buscas por internet el término “sostenibilidad”, sobre todo en el campo de la construcción y edificación, encontrarás miles de páginas. Si entras en ellas te darás cuenta de que la inmensa mayoría se refieren a eficiencia energética. Es lo que en el colegio aprendimos como sinécdoque.
La sinécdoque, para los que no lo recuerden, que supongo que es la mayoría (yo tampoco lo recordaba), es la figura retórica que consiste en expresar el todo por la parte o la parte por el todo. ¿A que ya os suena algo?
Es como si yo digo, esa chica tiene 20 primaveras (años), estoy expresando la parte (primavera) por el todo (año). O como si digo, España ganó a Francia, en lugar de decir, la selección española de futbol ganó a la selección francesa de futbol. Eso sería expresar el todo por la parte.
Y esto último es lo que se hace con la sostenibilidad en el mundo de la construcción y la edificación. Ahora mismo parece que lo único importante es la eficiencia energética, y usan el término edificación sostenible (el todo) cuando se refieren a eficiencia energética (la parte).
Es decir, que si me construyo un edificio bioclimático, con iluminación led, placas térmicas y fotovoltaicas y consigo un gasto energético nulo con una calificación A++ ¿soy sostenible? ¿Y si lo construyo con cadáveres de Lince Ibérico y los recubro con plantas tropicales que me consumen más agua que una residencia universitaria en una mañana de resaca?
Y no tengo nada en contra de la eficiencia energética, por supuesto, es uno de los pilares de la sostenibilidad, pero no el único. Un ejemplo de esta tendencia a relacionar la construcción sostenible solamente con energía es el reciente Programa de Impulso a la Construcción Sostenible en Andalucía, impulsado por la Junta de Andalucía.
En su página web aparece esté primer párrafo:
<<Con la entrada en vigor del Decreto-Ley 1/2014, de 18 de marzo, que regula el Programa de Impulso a la Construcción Sostenible en Andalucía, desde el 1 de abril de 2014 la Junta de Andalucía facilita la realización de actuaciones de ahorro, eficiencia energética y energías renovables en los edificios existentes de Andalucía.>>
Es decir, energía. Y me parece muy bien, pero la construcción sostenible, es mucho más. ¿Y qué hubiera pasado si el logotipo hubiera sido este?
Pues a lo mejor no queda tan resultón como poner en grande “SOSTENIBLE”, pero se acerca un poco más a la realidad.
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