Los certificados de sostenibilidad son herramientas que permiten establecer unos criterios y objetivos en la construcción o renovación de edificaciones, para que sirvan así de guía y de evaluación independiente, a aquellos que pretendan desarrollar una construcción sostenible.
Por otro lado, los certificados ayudan a la divulgación y promoción de esas características en las edificaciones, que a menudo son poco visibles a simple vista. En resumidas cuentas, son un sello de calidad.
Un tipo de certificado diferente
GRESB (Global Real Estate Sustainability Benchmark) no es un certificado de construcción sostenible como a los que estamos acostumbrados (LEED, BREEAM, VERDE, etc).
No se aplica a una sola construcción sino a todo un porfolio de construcciones, y está enfocado por tanto, a grandes tenedores, como pueden ser fondos de inversión.
Proporciona una evaluación estandarizada del comportamiento medioambiental, social y de gobernanza (ESG por sus siglas en inglés) del global de sus edificios para facilitar el benchmarking de los potenciales inversores y no es sustitutivo de los sistemas de certificación al uso, sino que es un complemento, como veremos más adelante.
Fue creado en 2009 por un gran grupo de inversores de planes de pensiones. Es el Green Business Certification Inc. (GBCI), una empresa del U.S. Green Building Council sin ánimo de lucro, quien ha asumido la administración de la certificación.
Tipos de evaluación
Existen dos tipos de evaluación, para infraestructuras y para inmuebles.
En este artículo vamos a centrarnos en la evaluación inmobiliaria.
GRESB en números
En 2020, más de 1200 empresas inmobiliarias, fideicomisos de inversión inmobiliaria (REIT), fondos y constructoras, participaron en la Evaluación Inmobiliaria, lo que representa 4,8 billones de dólares de patrimonio gestionado. La evaluación cubre más de 96.000 activos en 64 países.
Más de 100 inversores institucionales, incluidos fondos de pensiones y compañías de seguros, utilizan datos y herramientas analíticas de GRESB en su gestión de inversiones y proceso de participación, con el objetivo claro de optimizar el perfil de riesgo / retorno de sus inversiones.
Características de la evaluación
No existe la figura de un asesor certificado que tenga que estar obligatoriamente presente en el proceso, como es el caso de otros certificados.
El proceso se hace de manera telemática, aportando toda la documentación necesaria que requiere en organismo certificador, y son ellos los que evalúan dicha documentación y en función de esta, conceden los puntos en cada apartado.
En todo este proceso no es necesario el contacto directo con ningún miembro del organismo certificador.
Apartados que evalúa
Principalmente se agrupan en tres componente, el comportamiento del inmueble, la gestión del mismo y el diseño y construcción (para nuevos desarrollos)
Se evalúa multitud de aspectos, muchos de ellos no presentes en certificados de sostenibilidad más al uso, como las políticas internas (sobre asuntos medioambientales, sociales o de gobernanza), la gestión del riesgo, la relación con los empleados, con los proveedores, con los inquilinos, con la comunidad (barrio, ciudad) …
Otros aspectos si son parecidos a los certificados habituales, como son las medidas de eficiencia en el consumo de agua, de energía y en la gestión de residuos.
Dentro de los aspectos a evaluar, el hecho de que los edificios cuenten con certificados de sostenibilidad, ya sea en su diseño como en su operación, también aportan bastantes puntos.
Un aspecto muy destacado, especialmente en cuanto a las medidas de eficiencia de suministros, es que exige un control de cómo se comportan año a año esas medidas de eficiencia que han sido implantadas. No sólo se exige que haya planes de eficiencia, sino que se controla que tengan un impacto real y medido en los consumos de energía y de agua.
Para estar en GRESB, es necesario un trabajo constante y así aparecer en las evaluaciones anuales que permitirán a los inversores tomar una decisión más informada.
Ejemplo de informe de benchmarking para Kilroy Realty Corporation.
El agua en GRESB
Como en todos los certificados, un aspecto importante es el de la sostenibilidad en el uso del agua.
De manera análoga a los certificados de construcción sostenible de nueva construcción que hemos visto en otros artículos como BREEAM o LEED , se exigen estrategias y medidas para la reducción en el consumo y gestión sostenible del agua en nuevas construcciones y en grandes rehabilitaciones, como sistemas eficientes de riego, reutilización de agua, sistemas de fontanería eficientes, control de la escorrentía, etc.
Pero lo que más destaca en GRESB, es el control continuo de todos los aspectos relacionados con el agua. No vale con hacer un proyecto de reducción del consumo de agua y luego olvidarte. Hay que demostrar que las medidas se han llevado a cabo, que se sigue intentando mejorar, y que las medidas son efectivas.
Podemos resumir las medidas continuas más importantes relacionadas con el agua en esta evaluación en las siguientes:
- Evaluaciones de riesgo para los inmuebles actuales y las nuevas adquisiciones cada tres años. Relativas al agua serían el riesgo de inundaciones y el abastecimiento de agua.
- Evaluaciones técnicas sobre la posible mejora de aspectos como la eficiencia en el consumo de agua cada cuatro años.
- Implementación de medidas para la mejora de la eficiencia del consumo de agua cada cuatro años.
- Monitorización del consumo de agua para todo el porfolio.
- Intensidad del consumo de agua. Establecer indicadores que permitan la comparación entre edificios y un mejor entendimiento de los consumos, normalizándolo en base a datos como la superficie construida del edificio, el grado de ocupación, la edad del edificio, etc.
- Monitorización del volumen de agua reutilizada, capturada in-situ (lluvia, condensación) y extraída (subterránea).
Todos estos datos de consumo y ahorro deben estar comprobados y validados por una tercera parte independiente para asegurar su calidad y veracidad.
Además, se valoran medidas de concienciación como proveer a los inquilinos datos sobre el gasto de energía, agua y producción de residuos, o formar a los empleados en temas ambientales, incluidos el uso sostenible del agua.
Conclusiones
GRESB no es un esquema de certificación de construcción sostenible al uso principalmente dos razones:
- La primera es, como hemos visto, porque no está diseñado para un solo inmueble, sino para todo un porfolio.
- La segunda, es que, al estar orientado a posibles inversores, que exigen conocer a fondo los activos en los que invierten, la exigencia en el control y medición de resultados es mucho mayor. Las buenas intenciones no son suficientes, los resultados son lo importante.
Si te interesan los certificados de construcción sostenible, puedes consultar otros artículos de esta serie: BREEAM, LEED, VERDE y WELL.
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