Por mucho que hayas diseñado un buen sistema de consumo de agua, que sepas cuánta agua debes consumir de manera razonable en cada momento, que los que manejan las zonas verdes tengan información de cuándo regar y cuánto, si no se controla que todo esté funcionando correctamente, nos podemos llevar sorpresas desagradables.
¿Qué se puede detectar?
Fugas
Una fuga puede permanecer indetectada hasta que el gasto y los daños sean cuantiosos. Pero no hay que pensar solo el una gran fuga que provoca una gran inundación; una fuga constante, más pequeña, en una tubería oculta, puede provocar que la siguiente factura del agua sea desorbitada.
Consumos excesivos
Ya sea por un mal funcionamiento o por que no usa el agua de una manera adecuada. Si sabemos cuáles son los consumos esperados, podremos compararlos con los reales, y detectar estos malgastos innecesarios.
Consumos demasiado bajos
No es lo más habitual, pero puede ser que se detecte que el consumo es inferior al que debería. Esto puede ser por culpa de un mal funcionamiento de algún sistema (como goteros de riego atascados, por poner un ejemplo concreto) o por un deficiente manejo (baldeos que no se realizan, riegos que no se producen, etc).
¿Cómo se realiza este control?
Mediante facturas
Al tener una estimación de los consumos aproximados que se deberían dar, podemos comparar las facturas que nos lleguen con dichos consumos y detectar posibles problemas.
El problema es que las facturas suelen ser o bimensuales o trimestrales, por lo que tardaremos en detectar estos problemas y será más difícil averiguar la razón concreta.
Mediante control interno manual
Ya sea tomando mediciones cada menos tiempo en los contadores de la compañía de agua como en contadores propios que instalemos para el control interno. Estos contadores propios nos permitirán sectorizar los consumos y detectar mucho mejor el origen de un malgasto o mal funcionamiento.
El tiempo de reacción se reduce así de dos o tres meses, al tiempo que estipulemos de medición.
Mediante contadores digitales
Existen sistemas digitales que registran el consumo de agua cada pocos segundos y los suben a una plataforma de consulta privada, de tal manera que se pueden ver casi instantáneamente lo que se está consumiendo.
Esto no sólo facilita el registro de consumos y la localización de los problemas (se sabe cuando exactamente ha ocurrido), sino que se pueden detectar las fugas en tiempo real, alertando a los interesados, e incluso cortar el agua de manera remota.
Estos sistemas digitales permiten un control muy exhaustivo y a la vez de muy fácil acceso y configuración.
¿Quién controla los consumos?
Idealmente, los consumos deberían controlarse por los encargados de mantenimiento de los edificios, como profesionales que son, y por los propietarios o inquilinos, que son los que van a pagar la factura, ya sea por medio de su presidente y/o administrador de fincas.
Esta labor también se puede externalizarla y que sea Hidrología Sostenible la que lleve dicho control. Como especialistas y redactores del proyecto de sostenibilidad en el uso del agua, conocemos al detalle cada proyecto, podemos detectar problemas con mucha rapidez y solucionarlos.